En detalle
Alan Wake nos atrapa inteligentemente desde su tutorial. Allí se nos presentan lentamente sus mecánicas, las maneras de utilizar el entorno, objetos, y combate, pero también tenemos un primer vistazo a su mundo y el enemigo principal de esta historia: la oscuridad. Inmediatamente su atmosfera se siente densa, misteriosa y abrasiva gracias a lo bien trabajados que están sus escenarios.
Lo de la linterna siempre me ha parecido una genialidad. El cómo un artefacto tan simple se convierte en la mecánica principal es de esas ideas que cada tanto los desarrolladores se sacan del sombrero. Incluso se vuelve algo más importante que el revolver. El principio es simple, utiliza tu linterna, espera a que el enemigo quede vulnerable y dispara. Sencillo, original y bastante eficaz.
Y digo esto último porque no logro explicar con palabras claras el encanto que tiene esta aventura en términos jugables - aunque no descarto que sea solo algo personal- . Quizás se deba al excelente trabajo de partículas, su buen diseño de sonido que nos hace sentir totalmente inmersos en su mundo o la simpleza que tiene jugarlo, donde no necesitas mecánicas complejas para avanzar de nivel en nivel. Aún me resulta increíble el ver como la oscuridad se desvanece en los enemigos junto a la sensación de potencia que dan los disparos. Sin embargo, es aquí donde nos topamos con el primer problema.
El arsenal que nos dan es reducido, y el inventario prácticamente se resetea con cada nivel. Algo que perjudica directamente el resource management. Además, la escopeta y el rifle de caza que nos dan, son básicamente iguales, no se siente una gran diferencia en términos jugables.
Al final todo se reduce a utilizar el revolver para abrirte paso por los enemigos, pues es el arma más confiable que encontrarás. El resto de armas sólo existen para sacarte de puntuales apuros. No descarto que esto haya sido a propósito, pero esto no ayuda a que el juego no se sienta demasiado repetitivo. Y es que esto último es uno de los mayores pecados de la entrega. Por ejemplo, la bandada de pájaros te pone tenso las primeras dos veces que aparecen, luego se torna rápidamente en un recurso aburrido, repetitivo y hasta agotador, pues esta batalla se repite unas cinco veces a lo largo de la historia.
En sí, Alan Wake no es del todo aterrador, pero sabe crear tensión durante gran parte de la aventura. Uno que otro susto te llevarás en sus más de 10 horas de duración, eso es seguro.
Con esto dicho, cabe mencionar que narrativamente es fenomenal. Su historia, personajes, hilo conductor, diálogos, todo está excelentemente trabajado. La cohesión que tiene el relato me parece de lo más aplaudible y la justificación que nos dan en la parte final, donde también le dan una mayor riqueza a este universo, me parece algo sobresaliente. Es genial cuando juegas a Control -otra de las grandes joyas de Remedy- y vas entendiendo poco a poco estas dos historias se conectan. El click que haces en tu mente es maravilloso cuando logras entender lo que es un objeto de poder, los que lo han jugado sabrán de lo que hablo.
Siguiendo con lo bueno, otra de las grandes cosas que nos dejó la aventura del escritor fueron sus variados escenarios. Exploramos los diversos rincones del bosque, una cabaña/hotel que funciona como hospital psiquiátrico, algunas calles de Bright Falls, sus carreteras, la granja -que se ha convertido en una de las secciones icónicas del juego-, el propio departamento de Wake y muchos más. Hay una gran variedad a la hora de avanzar en la aventura y eso sin duda que se agradece. Hasta podemos usar varios autos -con controles cuestionablemente toscos- para arrollar enemigos y explorar ciertas secciones del mapa.
Algo que me sigue pareciendo extraño es presentar sus capítulos en formato de serie de televisión. Sé que en su tiempo fue algo innovador, pero siento que te hacen perder el ritmo de la historia y se llegan a sentir anticlimáticos, sobre todo por su selección de canciones.
Pese a los problemas que tenga, los buenos momentos que nos deja superan a cualquiera de estos inconvenientes. Aplaudo lo de hacer que la misma historia te engañe para que creas una cosa, y después salir con otra.
Ya han pasado 14 años, así que supongo que no cuenta como spoilers hablar de su final. Dicho esto, debo admitir que este es un final que realmente me gusta. Creo que es una decisión valiente y sumamente acertada el que Alan sea quien se quede en la oscuridad a cambio de Alice. Además usan esto a su favor ya no sólo para generarnos expectativas por su secuela (que también recomendamos), sino también para conectarlo con otras obras como Control. Una genialidad que sólo a Remedy se le podría ocurrir.
En resumen, Alan Wake es gran juego, pero no es perfecto. Sus años ya se notan y digamos que su versión remasterizada de 2021 fue una oportunidad totalmente desperdiciada. Sin embargo, es disfrutable al 100%, pues tiene ese encanto más arcade que no encuentras tanto en la actualidad. Es una obra única y por más años que pasen, seguirá siendo uno de los mejores títulos que nos dejó Remedy en la década pasada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario