Doom 3 - Arriesgarse, pero no lo suficiente
Reseñado por: Aarón "Wafele" V.
En breve
Doom 3 es un título que, históricamente, ha dividido a su comunidad. Mientras algunos lo consideran lo peor que ha tenido la franquicia, hay otros que lo ven como una joya de culto. Y creo que, en esta pasada, estoy más con el segundo grupo, pero con cierta distancia. Vamos por partes.
En primer lugar, Doom 3 es un buen juego que, para la época, fue un considerable avance técnico para los First Person Shooter. Y pese a que no quiero caer en el típico cliché de "es un buen FPS, pero un mal Doom" -pues siento que logra mantener la esencia de la franquicia- si tengo que decir que no está exento de errores que le pesan. El nombre de su saga es lo que termina siendo su mayor pecado, dado que sufre de una crisis de identidad considerable. A la larga, esto es lo que se convierte en su peor enemigo ya que se siente como si fuera incapaz de encomendarse en una dirección clara.
Aplaudo el que hayan optado por el Survival Horror, pues es algo que logran transmitir muy bien gracias al aura oscura que evoca. Además está su historia llena de ocultismo y los estrechos escenarios que forman un estresante horror de pasillo. Digamos que hacer algo como esto con Doom no es tan descabellado si pensamos en lo ligado que está su universo con el concepto del infierno y los horrores que pueden salir de este. Comprendo lo chocante que tuvo que haber sido en su época, ya que esta es la primera vez se nos presenta su universo de esta manera.
Sin embargo, el sentimiento de tensión y horror es algo que me atrevería a decir que dura tan sólo en sus primeras dos horas, y esto es sencillamente por la indecisión de no saber a qué camino aferrarse. Busca ser un juego de horror -que tan famosos eran por esos años- pero sin perder la acción y frenetismo de un Doom. Los elementos de Survival Horror rápidamente se rompen con el gran arsenal que nos dan junto a la cantidad de enemigos que nos lanzan. Es desafiante, pero siento que si querían convencernos de que, en efecto, es un Survival Horror, lo mínimo que esperas es que los combates sean pausados y tensos.
Por muy buenos sustos que sepa darnos en algunos momentos, como cuando salen enemigos de compuertas que se abren a nuestras espaldas- la verdad es que esto hace que la credibilidad de ser un Survival Horror se pierda. No nos sentimos totalmente amenazados, ni siquiera frente a los demonios más poderosos, al contrario, es como si el desafío realmente fuera destruirlos en espacios pequeños. Las hordas son las clásicas que puedes encontrarte en un Doom, sobre todo con la reimaginación de enemigos icónicos como los Imp, los Cacodemons o los Revenant, pero siento que para la ocasión no funcionan bien a la hora de transmitir el sentimiento de horror que desesperadamente busca crear.
Para ser justos, algo que sí hace bien Doom 3 es mantenernos bajo una tensión constante. Cada paso que das lo haces mirando hacia atrás, y cada esquina que doblas es una con incertidumbre sobre lo que encontrarás que siempre está presente. Realmente le doy ese punto, pero es que había tanto potencial en hacer una entrega que nos lanzará a este oscuro -y fascinante- mundo tan solo con la linterna, una pistola, escopeta y a lo más una metralleta. La atmósfera es lo que se lleva los focos del terror pero su gameplay es lo que se los quita. Aunque claro, no sería un Doom si no tenemos el clásico rocket launcher o la BFG y lo entiendo perfectamente.
No me molesta que la saga tome nuevos rumbos, de hecho esto es algo que siempre se agradece en cualquier franquicia, y más aún cuando está bien ejecutada. Pero, cuando estos nuevos rumbos sufren por las arbitrarias limitaciones que el propio título se impone, considero que ahí sí se vuelve un problema. Es como esas obras que tienen el potencial para brillar, pero que son nerfeadas por las decisiones estúpidas -o incluso avaras- de sus estudios.
Aunque parezca que no, la verdad es que sí me gustó Doom 3. Tengo la suerte -o desgracia, como quieran verlo- de no ser esclavo de la nostalgia ya que nunca en mi vida lo había jugado. Incluso es algo ventajoso a la hora de elegir la versión a jugar, pues la BFG Edition no me pareció del todo mala. Sí admito que, en comparación a lo que se puede ver del original, ciertos cambios hacen que pierda un poco del terror que evocaba hace 20 años, pero considero que esta es un acercamiento más amable a la hora de disfrutar de este clásico.
Debo reconocer que pese a que lo sufrí en algunas secciones - sobre todo por las malditas arañas-, tras cada sesión mayores eran mis ganas por volver a sumergirme en su fascinante mundo. Me lograba mantener emocionado por jugarlo, y eso es algo difícil de conseguir en un juego de terror. Por muy repetitiva que se vuelva su ambientación luego de varias horas, tiene un encanto que la hace ser adictiva, sobre todo con la sección final del infierno que lo considero una locura a nivel visual.
En síntesis, Doom 3 es un total Must Play que tan sólo sufre por querer llevar el nombre de la franquicia en su título, funciona como un juego de acción que constantemente lucha con las propias limitaciones de no atreverse a ser totalmente un Survival Horror. Quizás si John Carmack y su equipo se hubieran atrevido a hacerlo un Spin Off, y no una continuación, la cosa habría sido totalmente distinta.
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