Splinter Cell: Conviction - El más rupturista (y odiado) de la saga
Reseñado por: Aarón "Wafele" V.
En resumen
Enfocado totalmente en la acción -en parte gracias a grandes películas de la época como las de Bourne-, Conviction es una entrega distinta a las demás. Su diseño rompe moldes fue una bocanada de aire fresco, pues la manera en que el sistema de sigilo, cantidad de armas y gadgets fue simplificado, va acorde al tipo de experiencia que plantea este título.
La fluidez de movimiento es fascinante, y hace que todo todo se sienta conectado. Sus escenarios ofrecen diversas formas y caminos para abordarlos. Además, está la implementación del sistema de ejecución, que junto a otras maravillas ayudaron a hacer a este juego uno de los más rupturistas, pero interesantes de la franquicia.
En detalle
No esconderé que Splinter Cell es de mis sagas favoritas de videojuegos de sigilo. De hecho, me atrevería a decir que fue la que para mí lo inició todo. Cuando vi lo que hicieron aquí, fui de los pocos que quedó encantado La acción, cómo era presentado Sam Fisher en esta entrega, las misiones, el sistema de ejecución, todas me parecieron fascinantes.
Es verdad que las grandes cosas que hacían única a esta saga como su avanzado sistema de visibilidad y detección de sonido -en el que cada paso contaba-, habían sido prácticamente eliminados, significando una traición a sus bases y fans. Sin embargo, cuando juegas esta entrega, sin mayores prejuicios entiendes que aquí no son necesarios, pues Conviction es un gran juego al que puedes volver sin aburrirte. Incluso en la rejugada que le di para esta reseña, me topé con caminos que nunca había explorado o haciendo los niveles de maneras diferentes a las que ya conocía. Gracias a esto puedo afirmar, luego de varias horas jugándolo, que lo que hace maravilloso a este juego, es lo adictiva y entretenida que es su jugabilidad.
No me pondré quisquilloso sobre cuan real es cada cosa que sale, pues, por muy "realistas" que hayan intentado ser sus entregas anteriores, el tener casi que un sistema de headshot automático para acabar con los enemigos es suficiente para hacerte entender que su intención aquí no es imitar la realidad, sino más bien, ofrecer una jugabilidad con la que el jugador se entretenga. Para ser justos con quienes lo critican, su historia muchas veces pasa a segundo plano, porque es básicamente un cliché hollywoodense. Presenta la clásica trama de venganzas, traiciones y villanos que quieren destruir Gringolandia. No hay nada que destaque realmente, salvo por algunos momentos realmente memorables.
Su música sigue un camino similar, pues hay algunas piezas que acompañan muy bien ciertos acontecimientos clave de la historia, el resto, es totalmente olvidable. Seré lo suficientemente neutral para comprender el odio que hay hacia esta entrega, sin embargo, esto es algo que no comparto ni mucho menos siento, pues Splinter Cell: Conviction me ha encantado desde la primera vez que lo vi y jugué.
Por mucho que intenten justificarlo en la historia, no les puedo perdonar el que nos den los icónicos visores triples -con ese sonido de activación tan característico- casi al final de la historia. Para mí ese es el real crimen con este juego. Incluso, pudo haber sido mucho peor, pues estuvimos a punto de tener una entrega muchísimo más rupturista. Sólo basta con ver el gameplay que se presentó en la E3 de 2007 para comprender cuál era el tipo de juego que buscaban crear con esta entrega.
Lamentablemente, una de las cosas que poco se destacan es su diseño y estética. Para un juego de este tipo hay cosas verdaderamente sobresalientes como el poner los objetivos a modo de mensajes proyectados en las paredes. Incluso lo usan como recurso narrativo en ocasiones, lo que me parece un total acierto. Siendo fan de la saga puedo ver el valor de la innovación que tiene esta entrega. Romper con algunos principios de la franquicia como lo hace Conviction y salvarlo haciendo cosas totalmente únicas es una tarea difícil. Aunque sí seré enfático en criticar su corta duración ya que si lo juegas como cualquier shooter en tercera persona, fácilmente te lo puedes terminar en casi 5 horas -o menos-.
Como ya es tradición en este tipo de retro-reseñas en nuestro medio, aunque ya haya pasado más de una década, queremos que pruebes estos juegos por ti mismo, y no daremos spoilers. Realmente tienes que jugarlo para entender porqué hay algunos que lo amamos, varios que lo odian y otros a los que simplemente no les importó.
Por otra parte, dentro de las cosas que también son destacables se encuentran sus gráficos. Que un juego de 2010 se vea un tanto mejor que la entrega siguiente es algo poco usual. El filtro blanco y negro cuando te escondes en las sombras es otra de las ideas llamativas del título. Lejos de molestar, para mí le da un toque único ya que logras sentirte al asecho de tus enemigos. El sistema de marcado y ejecución es la cosa más original que he visto en un juego de esta clase -tanto así que la propia Ubisoft lo patentó-. Claro, la jugabilidad se basa en básicamente seleccionar, apretar un botón y listo. Sin embargo, lo realmente interesante es descubrir CUANDO aprietas ese botón, pues por mucho que sea un sistema infalible -con una posibilidad de 100% de acertar un headshot- te puede costar caro hacerlo en un mal timing.
Es satisfactorio neutralizar a un enemigo por las tuyas y luego ver, de manera tan cinematográfica como Sam se encarga del resto. Logra transmitir ese sentido de película de acción palomitera. Incluso puedes intentar hacerlo por las tuyas y buscar los headshots perfectos, algo difícil pero no imposible.
Hablando de dificultad, jugarlo en las más altas es lo suficientemente desafiante para volver a intentar los niveles sin que te detecten una y otra vez. Incluso te incentivan a su rejugabilidad mediante puntos para mejorar tus armas. Aunque debo admitir que, una vez que las mejoras todas, pierde su encanto. Incluso hay misiones dedicadas exclusivamente a desafíos con escenarios totalmente nuevos que no están en la historia, bastante interesantes.
En resumen, Splinter Cell: Conviction es un juego necesario en la saga. De vez en cuando, no está de más el romper un poco las bases para ofrecer algo nuevo. Sus fallos son notorios -y para algunos imperdonables-, pero tiene un encanto que siempre nos hace volver a él. Quizás hay algo de cierto en que es un mal Splinter Cell, pero un buen juego de acción. Sin embargo, para mí siempre seguirá siendo uno de los favoritos que me ha dado esta queridísima franquicia.
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