[Reseña] Valiant Hearts: The Great War - Las apariencias engañan

 

Valiant Hearts: The Great War - Las apariencias engañan

Reseñado por: Aarón "Wafele" V.

En breve

No hay que dejarse engañar por lo caricaturesco de Valiant Hearts. Es un juego llamativo visualmente, con una dirección de arte exquisita gracias a su dibujo y colores estilo comic, pero que esconde una profundidad mucho mayor.

Es admirable lo inteligente que es al momento de representar la crudeza de su contexto, pues no necesita recurrir al gore para retratar lo descarnada y brutal que fue la Gran Guerra. Su propuesta pasa de esto, y apunta a mostrar una aventura centrado en lo más humano del conflicto, gracias a la historia de cuatro personajes que entrecruzan sus sus caminos. Además, mezcla la ficción con la realidad mediante un relato emotivo, cautivador y que es sumamente interesante como herramienta didáctica para comprender este periodo.

Desde La Batalla de Ypres, hasta la Ofensiva de Nivelle, o los motines de los soldados franceses, el juego va retratando cada acontecimiento y nos va presentando desafíos para completar sus niveles, que aunque parezcan sencillos, pueden llegar a tomar su tiempo si no estamos atentos al entorno. Su historia, además, fue trabajada desde documentación real, como las diversas cartas a las que el equipo de desarrollo accedió para poder recrear este histórico acontecimiento. También hay que destacar que este proyecto fue estrenado y pensado para el centenario de la Primera Guerra Mundial, es por esto que, a medida que nos aventuramos en este side-scrolling basado en puzzles y sus diversos capítulos vamos conociendo más datos duros acerca de los hechos.

Entre tanto shooter frenético que busca retratar lo vivido durante este importante periodo, se agradece que existan juegos como este, que puedan presentarnos una narrativa interesante sin necesidad de recurrir a los típicos clichés del malo de turno.

Desarrollado con el motor UbiArt Framework, responsable de darle vida a entregas como el bellísimo Child of Light, o el increíble Rayman Legends, el juego parte con la aventura de Emil, un viejo granjero francés obligado a enlistarse en el ejercito. A este se suman las historias de su cuñado alemán Karl que es deportado del país apenas estalla la guerra, la del soldado americano Freddie y una enfermera belga llamada Anna. Cada historia tiene su propia jugabilidad y momentos que no temen en ser crudos a la hora de retratar los hechos.

Es justo decir que, a diferencia de otros juegos, Valiant Hearts sabe darle un peso humano al conflicto, que es necesario para comprender los horrores plasmados en este tipo de juegos. Y esto lo menciono porque existen diversos videojuegos en el mercado que intentan esto, pero fallan rotundamente en los sistemas jugables que están más bien enfocados en convertir la violencia en algo divertido. Terminan creando un fenómeno contradictorio entre el mensaje de "matar esta mal, pero mira lo divertido que puede llegar a ser”. Spec Ops The Line lo intentó, pero se fue más por un lado ultranacionalista, en donde intentaba hacerte sentir culpable por acabar con la vida de soldados estadounidenses, algo que a este lado del continente simplemente no funciona.

Aunque su apartado artístico nos diga lo contrario, la verdad es que no es un juego orientado para niños. Es decir, es amigable con cualquier entusiasta que lo juegue, pero sabe impactar con momentos fuertes y una crudeza que es implícita. No obstante, me parece que puede ser una herramienta sumamente útil a la hora de enseñar sobre este periodo. Nos entrega información histórica a través de sus documentos y objetos que vamos encontrando, todo integrado de manera muy natural. Es de esos juegos que disfrutas, pero de los que también aprendes muchísimo.

Para terminar, otra de sus cosas inteligentes es no darnos la posibilidad de matar a los enemigos, algo valiente dada la naturaleza del contexto, y que aquí se utiliza brillantemente para mostrar las similitudes entre los dos bandos y reforzar su mensaje antibelicista.

En resumen, Valiant Hearts es de esos juegos que te marcan. No cae en los típicos clichés de historias de malos y buenos, o en un sentimentalismo barato. Es sumamente inteligente con lo que plantea y es responsable en darnos una buena historia. Claro que juega con la ficción, pero se nota el respeto que hubo por el contexto que buscaba reflejar. Un Must Play necesario en estos tiempos.