Pokémon Esmeralda - Aún excelente
Pokémon Esmeralda es un caso complejo. Es un juego que personalmente adoro, ya que formó parte importantísima de mi infancia, y fue la chispa que encendió mi cariño por Pokémon. Sin embargo, es también un título en el que, al igual que toda su generación, sus años pueden entorpecer bastante el gameplay.
De entrada, Pokémon Esmeralda, al igual que cualquier otra tercera versión, expande y mejora las sólidas bases de sus predecesores, presentando la visión definitiva de una de las regiones más queridas de su franquicia. No es un juego nuevo, pues ya habíamos tenido la oportunidad de explorar las bellas costas de Hoenn en lo que fue Rubí y Zafiro. Es más bien un Director 's Cut de los lanzamientos de 2002, que dieron inicio a la tercera generación. Y me detengo específicamente en esto último, ya que, si bien creo que Esmeralda trae lo suficiente a la mesa para ser considerado un lanzamiento nuevo, este sigue arrastrando algunos problemas innatos al diseño de su región y generación.
La exploración es algo lenta, pues descansa muchísimo en la utilización de Máquinas Ocultas para poder navegar el accidentado terreno de la región. Sobre esto se aplica una nueva capa de tediosidad, ya que - dado el diseño de la tercera generación - las M.O están vinculadas a los movimientos de nuestros Pokémon, por lo que es necesario el destinar ciertos slots a esta absurda mecánica, limitando así nuestras opciones al momento de construir equipos. El problema llega a puntos ridículos, donde es casi obligatorio el contar con hasta 2 Pokémon que sirvan de “esclavos M.O”.
Asimismo, y dada la naturaleza de la franquicia de mejorar gradualmente sus bases entre generaciones, la no separación del daño físico y especial hace que muchos Pokémon no sean viables y que ciertos tipos tengan serias desventajas, como el tipo Veneno o Bicho.
Por otro lado, la curva de niveles de Hoenn se aletarga muchísimo al llegar al mid game, y se torna especialmente tediosa al alcanzar el post game. Grindear niveles es lento, y parte importante de este problema está dado por la bajísima experiencia que dan la inmensa mayoría de los combates post 4to gimnasio.
Además, y al igual que muchos otros títulos de las primeras generaciones, hay muchas mecánicas que no son del todo explicadas al jugador, pese a su importancia dentro del juego. Por ejemplo, el funcionamiento de los Pokéblocks, las mecánicas asociadas a los Rematch del PokeNav (adición inédita de Esmeralda), o incluso ciertas decisiones que determinan la aparición de ciertos legendarios (Latios/Latias), son elementos que deberían haber sido transparentados al jugador para no generar absurdos inconvenientes.
Todo esto, en conjunto, provoca que la experiencia de revisitar Hoenn no sea tan cómodo como creía, pero tampoco es para tanto. Esmeralda tiene muchísimas más virtudes que desperfectos, y para tener 20 años, se sostiene más que bien. Las bases de Hoenn ya eran sólidas; su worldbuilding, su diseño de rutas y su banda sonora eran más que excelentes, pero si carecía de algunos leves detalles, que hacían que el paquete no se sintiera tan completo como otros de la saga.
Y aquí es donde Pokémon Esmeralda sale a relucir, al lograr concretar y expandir todo lo que Rubí y Zafiro no consiguieron plasmar.
Algunas adiciones notables son: se agregó el Frente Batalla, una enorme instalación que ofrece muchísimas horas de diversión en el post game; hay muchísimos combates 2v2 nuevos dentro de la aventura principal, y una cantidad absurda de nuevas animaciones enfocadas en sacar a relucir al máximo las capacidades técnicas de la Game Boy Advance, y de elevar visualmente la ya hermosa región de Hoenn, dando nueva vida a cada rincón.
Y por si no fuese poco, se modificó la historia de los juegos anteriores, creando un simpático remix entre el Team Aqua y Magma, donde juntos, terminan causando uno de los desastres más simpáticos de la saga. Esta nueva historia resulta tan memorable que me es imposible no sonreír al recordar algunos momentos. Además, saca a relucir al máximo el excelente diseño de su trío de legendarios.
El resultado de esto es más que claro. Esmeralda trae tanto a la mesa que esta es, indiscutiblemente, la forma definitiva de explorar la ya fantástica 3ra generación de Pokémon. La mejora entre versiones es más que palpable, pues presenta una de las experiencias más completas de toda la franquicia, tanto así que es imposible no considerarlo como uno de los títulos esenciales de Pokémon, y uno de los mejores de la Game Boy Advance. Vale absolutamente la pena revisitarlo.
Aunque tenga 20 años, Esmeralda fija un estándar de calidad y robustez que desearía fuera caracterísitca de cualquier otro lanzamiento de la franquicia. Es una carta de amor a Pokémon, y un total Must play.
Aunque ojo, les recomiendo encarecidamente emularlo, pues al no haber sido jamás re estrenado o porteado a otra consola (gracias por tanto Gamefreak), este exige precios imbéciles en el mercado retro. Además, la emulación hace que algunos de sus problemas con el pacing desaparezcan por completo (bendito fast foward).
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